Los cambios del panorama financiero a veces encarecen las condiciones de los hipotecados. Por eso, a lo largo del plazo de amortización de la hipoteca, muchos ciudadanos se plantean cambiarse de entidad con el fin de afrontar mejor el pago de sus cuotas mensuales. Pero, ¿cuándo es rentable realizar la subrogación? Para empezar, es recomendable procurar que a la hora de cambiarse, la otra entidad corra con todos los gastos de subrogación, como la comisión de subrogación, los gastos de notaría, de registro, de gestoría y de tasación. En caso de que se opte por un banco que cobre algunas comisiones por el cambio, calcula si previamente su rentabilidad.
A veces, la subrogación no es siempre la mejor solución. Hay que tener mucho ciudado, si en vez de un préstamo hipotecario se tiene contratado un crédito para pagar la casa. En estos casos, no se puede realizar una subrogación como tal porque sería el equivalente a cancelar la hipoteca. En ocasiones, cambiarse de banco no es tan beneficioso, ya que muchas entidades ofrecen rebajar el interés a cambio de que la contratación de varios productos financieros (seguros, tarjetas de crédito, etc.) o incluso, incluyen ’suelo’ hipotecario en la nueva hipoteca. En algunos casos, hasta se puede tardar más de 3 años en ahorrar dinero. Para obligar al banco actual a mejorar y negociar las condiciones del préstamo, el cliente puede acudir a otra entidad que ofrezca una oferta mejor y presentársela a su primer banco para que se decida iguarlarla bajo amenaza de subrogar el préstamo hipotecario.
Fuente:pisos.com
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