viernes, 6 de mayo de 2011

La costa española, a la venta en Europa

Digerir el stock de vivienda actual es una condición indispensable para dejar atrás las dificultades del mercado inmobiliario y de la crisis económica. Hasta que no se absorban las miles de viviendas sin vender el sector de la construcción no levantará cabeza. Esto lo sabe bien el Gobierno, que se ha puesto manos a la obra para buscar inversores, entre nuestros vecinos europeos, que puedan adquirir viviendas.

La costa española, a la venta en Europa
La gira europea que está llevando a cabo desde esta semana el titular del Ministerio de Fomento, José Blanco, recalará en seis países europeos porque “los mercados con potencial de invertir en segunda residencia se están recuperando, mientras que España debe reactivar ese mercado de vivienda vacacional para agilizar la digestión del stock”, en palabras del ministro. Y es que según Blanco, el 70% del stock inmobiliario de España lo constituyen segundas viviendas.
En España hay entre un millón y un millón y medio de viviendas en stock

A lo largo de este ‘road show’ Blanco pasará por Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda, Suecia y Rusia explicando las virtudes del sol y las playas españolas y, sobre todo, utilizando el desplome de los precios como gancho para los inversores. La estrategia está bien definida, pero ¿hasta qué punto es efectiva esta medida? ¿Serán suficientes las adquisiciones extranjeras para absorber el stock de vivienda en las zonas de costa?

“En España hay entre un millón y un millón y medio de viviendas en stock, algo que es difícilmente asumible por la demanda interna, y mucho menos a corto plazo, por lo que va a costar muchos años cubrir el stock que se ha generado en determinadas zonas”, explica el director de fotocasa.es, Christian Palau. En su opinión, España es un país de sol y playa, y durante un tiempo ha sido un país de ladrillo.

"Es una medida más que debería enmarcarse dentro de un plan global para dar salida al exceso de stock de viviendas", explican fuentes de la consultora Aguirre Newman. También en esta línea se expresa Palau: “No es cuestión sólo de que vengan extranjeros y compren viviendas, sino que también tiene que existir todo un conglomerado de inversión turística, infraestructuras extranjeras y competencia con otros destinos turísticos. Nuestras costas siguen siendo atractivas para los turistas porque respecto a otros destinos de Europa, somos un destino económico. El país más interesado en España, en materia de turismo, ha sido tradicionalmente Reino Unido”.

La vivienda de costa, según el modelo ‘typical Spanish’

Con esta opinión coincide también el autor del libro ‘Adiós, ladrillo, adiós’, José Luis Ruíz Bartolomé: “el mercado británico siempre ha sido el mejor cliente, pero frente a ellos tenemos un inconveniente más que respecto a los otros países: mientras que para los países europeos España tiene una imagen muy deteriorada por la situación económica, la corrupción, las estafas y la picaresca; los precios de la vivienda son todavía elevados y hay problemas para financiar los productos que no son de la banca; en el caso del mercado británico existe también el hándicap del tipo de cambio, que obliga a ajustar aún más el precio”, explica José Luis Ruíz Bartolomé.

Además, según asegura Ruiz Bartolomé, gran parte del producto de costa se hizo pensando no tanto en las necesidades del usuario como en el inversor especulador ‘typical Spanish’. Es decir: “una parte del stock de costa no responde a las necesidades y gustos del europeo, y contra eso sólo caben precios más atractivos”.

El profesor de la escuela de negocios IESE Miguel Ángel Ariño va más allá. Para él la propuesta de Blanco es "un sinsentido, una medida inefectiva e irrelevante", ya que en lugar de "vender nuestros pisos en Europa, el ministro debería preocuparse de organizar el país y ofrecer una mejor imagen de España en el extranjero".

“Lo importante no es tanto que un político visite un país, sino que el Gobierno facilite y allane el camino a la actividad privada de ‘exportación de viviendas’. El viaje, que es una buena carta de presentación y un apoyo expreso, no servirá si a continuación no hay un plan de marketing realista, coordinado e impulsado desde el sector privado (promotoras/inmobiliarias)”, agrega José Luis Ruíz Bartolomé.

En esta línea, se expresan también fuentes de la consultora Aguirre Newman: "Puede que las ventas se incrementen en alguna medida pero no pensamos que la iniciativa vaya a reducir de manera significativa el stock en los mercados vacacionales. La reducción significativa vendrá en todo caso por la reactivación de la demanda nacional".
Fuente: http://www.fotocasa.es/

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