La decoracion de mi vivienda la hace mi novia

Estudió Magisterio "para que a mi madre no le diera un infarto". Pero, desde el principio, el Diego Arjona supo que lo suyo no sería enseñar los ríos de España a los niños. "En mi primer año de carrera me mandaron a hacer prácticas a una escuela, y me pregunté ¿pero qué hago aquí? si a mí lo que me gusta es estar en un escenario, dirigir cine y estar con la farándula. Pero cuando les dices a tus padres que quieres ser artista, no lo entienden... Entonces, pensé en dejarles el título de Magisterio enmarcado en su habitación y después ya haría lo que yo quisiera".
Dicho y hecho. Recién diplomado llegó a Madrid hace nueve años en busca de los aplausos del público, "porque soy muy cabezota". Entonces regresó a la escuela, aunque esta vez como alumno y a su humor gaditano.

Nada más emanciparse compartió piso con compañeros de la academia de cine y TV Séptima Ars donde estudiaba o con amigos. Después se instaló con su novia. Y, hasta llegar a su vivienda actual, ha pasado por un total de cinco, a las que hay que sumar las otras cuatro en las que convivió con sus padres.
Ahora vive en el barrio de Argüelles (Madrid) y de alquiler. "Me gusta andar y no tener que depender del coche. Hay días que voy a Callao o a la Gran Vía caminando y sólo tardo 20 minutos. Vivir en este barrio me da calidad de vida". Opta por la opción del arrendamiento porque "me permite vivir donde quiero sin tener que depender de una hipoteca 40 años, porque no sé qué haré mañana. Alquilar me da tranquilidad, ya no sólo por no estar atado al banco, sino porque si encuentro otro apartamento que me guste más, me voy, y porque puedo hacer frente a la mensualidad. Ahora, sólo le tengo que decir al casero que me marcho y no seguir pagando". Eso sí, este régimen lo considera pasajero. En un futuro quiere comprar, "a ser posible en Madrid".

Su segunda incursión en el mundo editorial se titulará 'Patadas por la boca'

Lleva nueva años en la ciudad y espera que, "por lo menos, me quede aquí otros nueve años más". Porque Arjona es uno de los cómicos del 'Club del chiste', de Antena 3. Pero no es lo único que se trae entre manos. Además, recita monólogos por teatros y locales. Y en octubre se estrenó como escritor con 'Éste es un libro de humor pero aún no tiene título', del que, bromeando, asegura "haber vendido unos cinco o seis millones de copias, mínimo".
Esta incursión en el mundo editorial le ha gustado y ya prepara una segunda que se titulará 'Patadas por la boca'. Y mientras, prosigue con su humor, tiene tiempo para dirigir y actuar en cortometrajes.

500 películas

Su casa no es grande, para él "no cabe nada", pero sí que alberga todo lo que necesita tener cerca. El salón es una videoteca y una sala de cine. Está decorado con posters, posee una estantería repleta de películas y series de televisión "de todo tipo, desde clásicos hasta las más nuevas".
Habrá más de 500, pero la colección no está toda expuesta. "En casa de mis padres guardo por lo menos tres veces más volúmenes que aquí, y luego también tengo cajas llenas de películas porque en este piso ya no me caben". Además, tiene un proyector de cine, una pantalla gigante -aún sin colgar en la pared-, una generosa televisión que permite ver algunas cintas en 3D y una vitrina llena de teteras porque "le encantan a mi novia".
Como conviven dos, "hay que ceder". "Está clarísimo que la decoración de esta casa fundamentalmente la elige mi novia. Si yo tuviera que escoger nunca pondría flores ni teteras, pero sí más posters y estanterías para mis películas".
Pero él también manda en el piso. Además de en el salón, deja sus huellas por toda la casa. La cocina no la pisa a menudo, pero sí ha marcado su territorio con un corcho lleno de recuerdos colgados. No cocina jamás. "No sé hacer nada, ella es la que se encarga de todo. Y este año está más contenta porque por fin le han traído los Reyes una Termomix. Me la lleva pidiendo tres años y éste ha llegado", reconoce el cómico.

Duerme junto a papel y boli, "por si se me ocurre algún chiste a media noche"

Y en el dormitorio también impone su criterio. No sólo elije una cama amplia, aunque ocupe casi todo el cuarto, "porque como soy tan alto y delgado la necesito", sino que guarda su primer escritorio. "Lleva conmigo desde que llegué a Madrid. Ella me lo quiere tirar, pero yo me niego. Sé que cuando nos mudemos a una casa mayor, me lo arrinconará y esconderá, pero como en este piso no hay mucho espacio, aquí se queda en medio de la habitación", asegura Arjona.
Sobre su mesilla no puede faltar el libro que lee antes de dormir y un cuaderno más bolígrafo, "por si se me ocurre algún chiste a media noche", además de una grabadora, no vaya a ser que no le apetezca escribir algún chiste o gracia a altas horas de la madrugada. Parece que los cómicos como Arjona no descansan nunca del todo.

Fuente: http://www.elmundo.es/