Apostar por ciudades compactas y verticales con una gran densidad de población en detrimento de urbes dispersas. Revitalizar el centro neurálgico de los municipios en lugar del extrarradio y las ciudades dormitorio. Buscar modelos urbanísticos sostenibles en las zonas costeras. Estos grandes retos han sido planteados en el VI Congreso Internacional de Ordenación del Territorio, que se celebra hasta el próximo 29 de octubre en el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra Baluarte de Pamplona.
'Será necesario rediseñar las ciudades para reducir la movilidad obligada'
Por un lado, existen motivos de sostenibilidad económica para pensar en un nuevo modelo de ciudad. "Nos guste o no, en los próximos años el precio del crudo aumentará a un mínimo de 100 dólares el barril. Esto implicaría una importante carga sobre el transporte por carretera, de ahí que sea necesario rediseñar las ciudades para reducir la movilidad obligada: desplazamientos para ir al trabajo, a la compra o al colegio El modelo de las ciudades dormitorio con grandes implantaciones de servicios está agotándose", ha apuntado Serrano.
Pero, además, también se señalan razones de sostenibilidad ambiental. De hecho, en el Congreso se ha hecho referencia a estudios que confirman que la ciudad difusa es energéticamente tres veces más cara que la compacta y ambientalmente ocho veces más nociva.
Municipios que crecen a lo alto
En este sentido, las ciudades verticales -que crecen en altura- pueden ser una alternativa según los expertos reunidos en el Congreso.'Una ciudad cada vez más vertical disminuye el impacto ambiental y mejora la eficiencia energética'
Sin embargo, a su juicio, estos cambios no pueden producirse de la noche a la mañana. "Hace falta voluntad política y soluciones técnicas" para llevar a cabo esta transformación, que algunas comunidades como Navarra, Cataluña, País Vasco, Asturias, Baleares o Canarias "ya han iniciado". Estas regiones son ejemplos "paradigmáticos" de lo que puede ser una política de ordenación del territorio que se enfrente "adecuadamente" a los problemas actuales.
Acciones casi invisibles pero necesarias
Durante la primera jornada ha quedado también patente el esfuerzo de Navarra en esta disciplina. La consejera de Vivienda y Ordenación del Territorio del Ejecutivo foral, Amelia Sala nueva ha anunciado que su gabinete hará una "aplicación particular de las conclusiones generales" que se alcancen durante estos tres días a fin de conseguir una Comunidad "mas equilibrada, más racional y más coherente que nos permita un mayor desarrollo de la sociedad"."Son políticas discretas, a veces invisibles pero necesarias, con unos horizontes a medio y largo plazo que si no se trabajan bien, difícilmente tendrán unas consecuencias positivas en materia de economía, transporte, calidad de vida, etc", ha explicado.
Próximamente se dará luz verde a los cinco Planes de Ordenación del Territorio de Navarra
La rehabilitación sobre todo en los cascos urbanos ha sido y seguirá siendo una de los pilares de esta política. "Desde la aprobación de la ley de Medidas Urgentes en materia de Urbanismo y Vivienda de 2009 hemos apostado por las ayudas a fachadas, supresión de barreras, interiores, cocinas o baños. Y hemos destinado más de 55 millones de euros a estas cuestiones, de las que se han beneficiado ya unas 11.000 viviendas", ha recordado.
n este sentido, se ha indicado que la Comunidad foral es un "ejemplo a seguir" y que fue la primera en referirse a la estrategia territorial europea, recogida en un documento de 1999 que detallaba "lo que debe ser la ordenación del territorio". "El objetivo de la ordenación del territorio es mejorar el bienestar de los ciudadanos de una forma ambientalmente sostenible y con cohesión socio-económica para que se incremente la igualdad de oportunidades, además de lograr que los servicios públicos funcionen de forma adecuada", ha concluido el presidente de Fundicot.
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