"El moroso no es el tipo simpático de las películas sino un destructor de la economía"

Pere J. Brachfield es el único morosólogo que hay en España y está considerado uno de los mayores especialistas europeos en la lucha contra la morosidad y recuperación de impagados. Además, a nivel internacional, es un experto reconocido en consultoría de Credit and Collection Mangement y en la impartición de cursos de gestión de crédito y cobro de impagados. Brachfield acaba de publicar ‘La nueva legislación contra la morosidad descodificada’, una obra en la que explica de manera práctica cómo entender, gestionar y prever la morosidad.


Pere Brachfield

fotocasa.es: ¿Qué aporta su libro y a quién va dirigido?
Pere J. Brachfield: Es la primera obra sobre nueva legislación que aglutina los cambios que se han dado en los últimos cinco meses. El libro está enfocado a economistas, empresarios, autónomos… Es un manual para entender, gestionar y prever la morosidad. En el propio título: ‘La nueva legislación contra la morosidad descodificada’ hay que resaltar lo de descodificada. El lenguaje jurídico es muy farragoso, por eso yo lo explico con un lenguaje divulgador para que la gente sepa cómo aplicarlo de manera práctica a su empresa.

fotocasa.es: ¿Cuáles son los perfiles principales de los morosos?
Pere J. Brachfield: Hay varios perfiles de morosos aunque podríamos destacar los siguientes:

-El moroso recalcitrante o profesional. Es el que compra con la idea de no pagar porque sabe que va a salir impune. Representa un porcentaje bajo de los morosos (un 4 o 5%).

-El moroso sobrevenido. Es aquel que compra con intención de pagar pero por las circunstancias no puede hacerlo. No tiene malas intenciones.

-El moroso que no domina las finanzas operativas. Es un mal gestor. Se ha ido endeudando cada vez más. Los bancos le restringen el crédito y cada vez le resulta más difícil sobrevivir.

-El moroso que no paga por un conflicto emocional. Es aquel que considera que su cliente no le ofrece el producto como habían acordado y se enfada.

-El moroso cultural. Es aquel que cree que el proveedor es como una especie de banco y estira el crédito todo lo que permiten.


La puntualidad no es una virtud de los españoles, tampoco a la hora de pagar

fotocasa.es: En su libro habla de la cultura de la morosidad, ¿por qué está tan arraigada en España?
Pere J. Brachfield: La puntualidad no es una virtud de los españoles, tampoco a la hora de pagar. Mientras la última directiva europea, que entrará en vigor en breve, establece un plazo de 30 días para pagar las facturas y 60 días en casos muy excepcionales, aquí tenemos una ley a la española con plazos de pago de tres meses.

fotocasa.es: Según su libro en España las grandes empresas demoran más sus pagos que las pymes. ¿Existe una permisibilidad a gran escala?
Pere J. Brachfield: Las grandes empresas abusan de su fuerza de negociación. Hay un problema en la traducción del inglés al español de la directiva que regula la morosidad. Este documento no sólo habla de impagos sino también de imponer al proveedor pagos muy largos y abusivos. Pero esto último aquí no se traduce o no se tiene en cuenta.

Portada del libro de Brachfield


fotocasa.es: ¿En qué medida los particulares son también morosos?
Pere J. Brachfield: Diversos estudios calculan que en España existen unos 2.000.000 de personas morosas, pero hay que tener en cuenta que esas estadísticas están sesgadas, se refieren a incumplimientos en los pagos de un contrato pero no a los impagos que se dan cuando una persona no paga al electricista de su calle, por ejemplo. De hecho, un gran número de pymes han tenido que cerrar por impagos.

fotocasa.es: ¿Cuál ha sido la evolución de la morosidad en España desde antes de la crisis hasta el día de hoy?
Pere J. Brachfield: La crisis ha cuadruplicado o quintuplicado la morosidad. La evolución del período medio de cobro ha pasado de los 90 días de hace 3 años a los actuales 107 días.

fotocasa.es: ¿Qué solución podría erradicar o reducir la morosidad?
Pere J. Brachfield: Los tres poderes de Montesquieu más un cuarto deberían actuar conjuntamente: el legislativo debería hacer leyes severas, el ejecutivo tendría que hacer cumplir esas leyes y el judicial debería tramitar procedimientos más hábiles al respecto. A todo esto debería sumarse la labor de los medios de comunicación, que tendrían que llevar a cabo una labor de sensibilización. El moroso no es el tipo simpático de las películas sino un destructor de la economía. Lo que él deja de pagar lo pagamos el resto de los españoles. En países escandinavos a los morosos se les considera delincuentes.

Hay que tener en cuenta que la morosidad hace que dejemos de ser competitivos. Y eso deriva en que otros países resultan más atractivos que el mercado español aún produciendo lo mismo.

Eso lo entendió muy bien hace tres años Sarkozy. Las empresas alemanas eran más competitivas que las francesas, por eso llevó a cabo un gran esfuerzo para reducir los plazos máximos de pago a 45 días y aplicar multas a quienes no cumplen.
Fuente: http://www.fotocasa.es/