jueves, 23 de diciembre de 2010

Una comunidad de casas, pionera en medir su huella de carbono


La vivienda es elemento contaminante para la atmósfera. Un estudio del Banco Mundial sobre el cambio climático, presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas en Cancún, recoge que las zonas urbanas producen dos tercios de la emisión de los gases de efecto invernadero en todo el mundo. En miras a conseguir unos núcleos de población más sostenibles, algunas comunidades residenciales ya han empezado a medir su impacto medioambiental. En Lisboa (Portugal), la promoción Belas Clube de Campo (BCC) de la inmobiliaria Planbelas SA, ha sido la primera de la Península Ibérica en medir su huella de carbono. El resultado se saldó con una emisión total de 5.102 toneladas de CO2 por parte del residencial.
Este cálcuo se ha llevado a cabo conforme al Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (PGEE), promovido por el World Business Council on Sustainable Development y el World Resources Institute y elaborado por Ecoprogresso – Environment and Development Consultants, SA. El consumo de combustible empleado en los desplazamientos en automóvil, el consumo de gas y electricidad y la producción de residuos sólidos urbanos son algunas de las actividades de la comunidad más perjudiciales para el medio ambiente. La promoción Belas Clube de Campo (BCC) se considera una comunidad que está en uno de los enclaves más ‘verdes’ de la Península Ibérica, por tanto, las emisiones de los grandes núcleos urbanos son bastante más elevadas.
Fuente: http://www.pisos.com/

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